Robert McLean y Charles Conn
"Los Imperfeccionistas (2023)" es tu brújula para navegar por las impredecibles aguas de nuestro mundo moderno. A medida que el ritmo del cambio se intensifica, aquellos armados con ciertas mentalidades adaptables destacarán sin duda.
Sobre los autores
Robert McLean, AM, ostenta un rico tapiz de funciones de liderazgo que abarcan los negocios, la conservación del medio ambiente y el bienestar de la sociedad. En la actualidad, McLean ostenta el título de director emérito de McKinsey & Company, es fideicomisario para Asia-Pacífico de The Nature Conservancy y miembro del consejo de la Fundación Paul Ramsay.
Charles Conn, una fusión de raíces canadienses y americanas, es un empresario con una profunda pasión por la conservación. En 2021, cofundó la empresa de capital riesgo en ciencias de la vida Monograph Capital. Desde 2008, forma parte del consejo de Patagonia. Los cargos anteriores de Conn incluyen la dirección de Oxford Sciences Innovation y Rhodes Trust. "El Arte de Aceptar los Defectos" marca la segunda colaboración del dúo, tras su éxito de 2019, "Solución de Problemas a Prueba de Balas".
Domina Seis Mentalidades Dinámicas para Prosperar en Nuestro Siempre Cambiante Panorama
Considera esto: la última década ha producido más información que toda la historia de la humanidad que la precedió.
Reflexiona sobre ello un momento. ¿Cómo resuena en ti?
Para muchos, este hecho asombroso es paralizante, incluso desalentador. La inclinación natural es aferrarse a paradigmas familiares, buscando consuelo en modelos pasados y resistiéndose a las exigencias cambiantes del futuro.
Pero enterrar la cabeza en la arena ya no es una opción viable. No si pretendemos no sólo capear las tormentas de la disrupción, sino bailar bajo su lluvia.
Las señales son claras: el cambio no sólo está llegando, sino que ya está aquí. De la inteligencia artificial a la biología programable, de la automatización a la robótica, las industrias están experimentando metamorfosis, y están surgiendo sectores totalmente nuevos.
En este paisaje mercurial, la planificación estratégica tradicional se queda corta. No existe una "normalidad" a la que volver tras el cambio.
A través de una investigación exhaustiva y reflexiones tanto del mundo empresarial como del no lucrativo, Robert McLean y Charles Conn destacan seis mentalidades dinámicas que ofrecen una ventaja competitiva en estos tiempos inciertos: la curiosidad, la visión de libélula, la inclinación por la experimentación, el aprovechamiento de la inteligencia colectiva, el arte de contar historias y el imperfeccionismo titular.
En este resumen, profundiza en la esencia de cada mentalidad y descubre pasos prácticos para integrarlas en tu trayectoria profesional y personal.
La rápida evolución de nuestro mundo no es una fase pasajera. Para seguir siendo relevante y estar a la vanguardia, es imprescindible perfeccionar tu destreza adaptativa para resolver problemas.
Mentalidad Estratégica 1: Curiosidad
Retrocede hasta los años 70. Minnesota Mining and Manufacturing (3M) dio un paso innovador. Mientras sus contemporáneos estaban enfrascados en optimizar el rendimiento de la cadena de montaje, 3M animó a sus empleados a dedicar hasta un 15% de sus horas de trabajo a actividades ajenas a sus obligaciones principales. ¿La razón? Fomentar un entorno lleno de curiosidad. Creían que esta medida catalizaría la innovación. Si bien muchos de sus homólogos han desaparecido, el legado de 3M dura más de un siglo. Google, en un guiño a esta ética, impuso más tarde un 20% de tiempo no estructurado para su plantilla.
En el núcleo de toda idea innovadora está la curiosidad. Pensemos en la cápsula Nespresso. Su origen se remonta a la curiosidad del ingeniero Eric Fevre. Intrigado por la cola inusualmente larga de la cafetería Saint Eustacios de Roma, Fevre descubrió su exclusiva técnica de "crema" de espresso, y más tarde la reprodujo en un entorno controlado.
La curiosidad, como la definen los psicólogos, es el impulso de unir nuestro conocimiento existente con lo desconocido. Para McLean y Conn, es la piedra angular del pensamiento estratégico. Paradójicamente, aunque nos resistamos a lo desconocido, es esta misma incertidumbre la que alimenta la curiosidad.
Desde la infancia, nuestra curiosidad no tiene límites. Algunos niños pequeños, según sugieren las investigaciones, acribillan a los adultos con hasta 300 preguntas diarias.
Hay un punto dulce para la curiosidad, en el que la incertidumbre es la adecuada, ni demasiado desalentadora ni demasiado trivial. En este punto, estamos preparados para afrontar retos complejos con posibilidades de éxito.
Sin embargo, una revelación sorprendente: sólo un 24% de las personas se sienten curiosas en su entorno profesional. ¿Realmente debemos renunciar a la exploración para cumplir objetivos? Las trayectorias de empresas como 3M y Google sugieren lo contrario.
Entonces, ¿cómo se puede alimentar la curiosidad? Surgen tres vías.
En primer lugar, sumérgete en conversaciones, entornos e interacciones diversas. En segundo lugar, abraza el asombro infantil de preguntar "¿por qué?" sin aprensión. Por último, fomenta un entorno de trabajo que celebre "la novedad, la gestación y la seguridad", como hizo Nespresso con Fevre.
El camino que tenemos por delante promete su cuota de turbulencias para quienes están rígidamente anclados en el pasado. La frase "así es como siempre lo hemos hecho" pronto podría ser una bandera roja en lugar de una insignia de honor.
Al hacer cambios sutiles, como relacionarte con un compañero de otro equipo o dar un paseo contemplativo durante la comida, estás preparando el terreno para dominar la mentalidad estratégica más importante que exige nuestro futuro inminente.
Visión Estratégica 2: La Visión Panorámica de la Libélula
La libélula de la naturaleza es una maravilla del diseño. Con sus dos ojos compuestos, cada uno con 30.000 lentes, y un trío adicional de ojos simples, disfruta de una visión de 360 grados con vibrantes detalles.
El término "ojo de libélula" fue acuñado por McLean y Conn para describir una visión estratégica que refleja la visión panorámica de este insecto. A medida que avanzamos hacia una era marcada por rápidas perturbaciones, un punto de vista singular dejará a muchos desprevenidos.
Para cultivar esta visión panorámica tanto en tu vida profesional como personal, considera estos tres métodos:
En primer lugar, afronta los retos desde múltiples puntos de vista.
Por ejemplo, Invisalign, una solución de ortodoncia valorada ahora en más de 15.000 millones de dólares. Lo intrigante es que sus inventores, Kelsey Wirth y Zia Chishti, eran estudiantes de MBA, no profesionales de la odontología. Su perspectiva desde fuera les permitió imaginar una alternativa de ortodoncia que los veteranos del sector pasaban por alto. ¿La clave? Cambiar el punto de vista y visualizar la ortodoncia a través de los ojos del usuario.
En segundo lugar, alterna la vista de pájaro con la vista de gusano.
Reflexiona sobre la epidemia de VIH que asoló la India a principios de la década de 2000. Al principio, el consultor de salud pública Ashok Alexander se sintió abrumado por la miríada de factores que contribuían a ella. Sin embargo, cuando centró su atención en la dinámica social de las trabajadoras del sexo, surgió una solución: la negociación con el cliente. Este enfoque específico, respaldado por el Programa Avahan de la Fundación Gates, evitó unas 600.000 infecciones.
Por último, deja que las diversas perspectivas derivadas de estos puntos de vista den forma a tus estrategias.
Adoptar un punto de vista panorámico no es una excusa para volver a viejas estrategias singulares. Debería impulsar soluciones procesables. Aunque sigue habiendo lugar para las estrategias singulares, el enfoque del Ojo de Libélula es el futuro. En un mundo impredecible, esta perspectiva polifacética puede minimizar los retos imprevistos.
Visión Estratégica 3: Adoptar la adaptación en tiempo real
"Lanzar, evaluar, adaptar, refinar". Éste bien podría ser el lema de la empresa espacial pionera SpaceX. Independientemente de la opinión que cada uno tenga de Elon Musk, su audaz enfoque de la exploración espacial es digno de elogio. Mediante este enfoque dinámico, SpaceX ha reducido el coste de los viajes espaciales en un asombroso 95%.
Esto encarna la tercera visión estratégica de McLean y Conn. En lugar de basarse en suposiciones anticuadas, Musk y su equipo dan prioridad a las observaciones en tiempo real. Valoran más las acciones actuales que las meras especulaciones.
Aunque esto pueda parecer obvio, muchos caen en la trampa de confiar en lo conocido. A menudo resulta más económico y reconfortante apoyarse en datos antiguos que aventurarse en lo desconocido. Sin embargo, en nuestra era de rápida evolución de la información, los modelos de ayer se quedan rápidamente obsoletos.
Para adoptar realmente la filosofía de "lanzar, evaluar, adaptar, refinar", surgen dos estrategias clave: el análisis innovador de datos y las observaciones serendípicas.
Las herramientas de datos tradicionales podrían perder pronto su ventaja. Un ejemplo de ello es el gigante chino del transporte por carretera, Didi. Sus sistemas de IA, que aprovechan los datos meteorológicos y de tráfico, optimizan la colocación de los conductores, lo que les distingue en el mercado.
Además, estate atento a las observaciones serendípicas: lecciones inesperadas de la naturaleza. Éstas pueden proporcionar información muy valiosa por una fracción del coste. ¿Podríamos, por ejemplo, estudiar ciudades con políticas contrastadas? ¿O analizar a hermanos criados de forma diferente en busca de revelaciones médicas? ¿Quizás comparar las respuestas pandémicas de las distintas naciones podría dar forma a las futuras estrategias sanitarias?
Sí, la experimentación continua y el desarrollo de herramientas tienen un precio. Pero el coste del estancamiento será, a largo plazo, mucho más significativo.
Mentalidad estratégica 4: El poder de muchas mentes
La era de confiar únicamente en expertos individuales está decayendo. Es una afirmación atrevida, que podría incluso desafiar al modelo tradicional de consultoría, pero es una postura difícil de refutar.
En el pasado, cuando se enfrentaban a retos complejos, las empresas recurrían a profesionales experimentados, confiando en su vasta experiencia para aportar soluciones. Estos expertos, con su caudal de conocimientos, eran los que resolvían los problemas.
Sin embargo, el entorno empresarial actual está en constante cambio. Con los rápidos avances tecnológicos, la aparición de nuevos competidores y la constante remodelación de los modelos empresariales, las estrategias que antes defendían los expertos se están quedando obsoletas.
Entra la inteligencia colectiva. Piensa en ella como la próxima evolución de la colaboración. Se trata de aprovechar los conocimientos de un grupo diverso, a menudo externo a tu organización, para abordar retos intrincados e impredecibles.
McLean y Conn clasifican la inteligencia colectiva en tres tipos: experiencia colectiva, sabiduría colectiva y sinergia humano-inteligencia artificial.
Por ejemplo, considera el auge de plataformas de IA como ChatGPT. Visualiza cómo The Nature Conservancy empleó un concurso de Kaggle para desarrollar una IA capaz de identificar peces, con el objetivo de proteger de la sobrepesca a las especies de atún en peligro de extinción. Este enfoque innovador aportó conocimientos externos a la conservación.
También está la idea de aprovechar la sabiduría ancestral. La estrategia de gestión de incendios del norte de Australia experimentó un salto significativo cuando buscaron la orientación de las comunidades indígenas locales. Esta fusión de conocimientos ancestrales y ciencia moderna supervisa ahora eficazmente una vasta pradera de 120 millones de hectáreas.
Por último, la sinergia entre los seres humanos y la IA está abriendo nuevos horizontes. AI-Swarms, una mezcla de pronosticadores humanos y modelos de IA, está revolucionando áreas que van desde las predicciones deportivas a la detección precoz del cáncer.
Aunque los expertos siempre tendrán un papel, es crucial diversificar nuestras fuentes de conocimiento. En este panorama en evolución, lo colectivo supera realmente a lo individual.
Mentalidad Estratégica 5: El Arte de Narrar
¿Recuerdas los días de mostrar y contar en la escuela? Independientemente de nuestros sentimientos sobre la participación, disfrutábamos con las historias que compartían nuestros compañeros. Era una deliciosa mezcla de aprendizaje y entretenimiento.
McLean y Conn presentan la narración como una mentalidad estratégica, no sólo como una habilidad independiente. Es la lente que amplifica el impacto de todas las demás mentalidades.
Aunque los datos son cruciales, el objetivo final es abordar retos intrincados y marcar una diferencia tangible. Como estamos inundados de información, son las historias que resuenan las que destacarán.
No necesitas ser un orador magistral para aprovechar el poder de la narración. Considera estas cuatro técnicas para elevar tu narrativa:
En primer lugar, adopta elementos visuales convincentes. Aunque el texto y las tablas tradicionales sirven para algo, si tus datos pueden transformarse en un diagrama vibrante e intuitivo, ¡aprovecha la oportunidad!
Los elementos de apoyo también pueden mejorar tu mensaje. Imagínate hablar del despilfarro doméstico de alimentos utilizando estadísticas, frente a mostrar cubos de basura desbordados para representar el despilfarro. Esto último deja una impresión duradera.
Las demostraciones en directo pueden ser persuasivas, sobre todo cuando te enfrentas al escepticismo. Las empresas suelen contratar a hackers éticos para que evalúen sus medidas de seguridad. Es difícil ignorar vulnerabilidades evidentes, sobre todo cuando se muestran en tiempo real. En un caso dramático citado, un equipo incluso organizó un atraco a un banco de la Reserva Federal para demostrar su punto de vista.
Por último, conecta emocionalmente. La lógica pura no siempre puede incitar a la acción. Si así fuera, retos como el tabaquismo y el cambio climático no serían tan acuciantes. Entrelaza tus argumentos con valores, evoca emociones y enmarca tus ideas como un viaje transformador.
Aunque dominar cualquiera de las mentalidades estratégicas puede garantizar el futuro de tus esfuerzos, adoptar el papel de "narrador" puede ser lo que cambie las reglas del juego en este mundo dinámico.
Abrazar el arte de la imperfección
Barack Obama reflexionó una vez sobre su mandato presidencial, señalando: "Cada reto que llegaba a mi mesa, ya fuera internacional o local, nunca venía acompañado de una solución perfecta. Siempre navegaba entre probabilidades".
En un mundo plagado de incertidumbres y riesgos, la parálisis o ir a por todas podrían parecer los únicos caminos lógicos. Sin embargo, McLean y Conn presentan una refrescante alternativa, la última pieza de su rompecabezas estratégico: el enfoque imperfeccionista. Esta mentalidad es el pegamento que une todas las demás perspectivas estratégicas.
Los imperfeccionistas comprenden que rara vez poseen todas las respuestas ante una decisión crucial. En lugar de perderse o lanzarse de cabeza sin pensárselo dos veces, muestran una capacidad excepcional para aceptar la ambigüedad, abordando el riesgo con un plan bien pensado.
Reconociendo los peligros inherentes al riesgo, los autores sugieren dos posibles caminos a seguir.
En primer lugar, está la estrategia ofensiva: aventurarse cautelosamente en lo desconocido con pequeños pasos calculados. Estos pasos, aunque tengan un coste mínimo y sean fácilmente reversibles, proporcionan una perspectiva inestimable que da forma a la estrategia más amplia.
Reflexiona sobre la incursión de Amazon en los servicios financieros. Sus esfuerzos iniciales, Amazon Web Pay y Bill Me Later, podrían calificarse de "pasos en falso". Sin embargo, estas empresas allanaron el camino para el éxito posterior de Amazon Pay. Estos experimentos iniciales no pusieron en peligro las finanzas de la empresa ni su reputación. Sin embargo, proporcionaron conocimientos cruciales, que finalmente impulsaron a Amazon a captar el 24% de las transacciones de pago en línea.
Alternativamente, si la defensa es más tu estilo, considera estrategias para delegar el riesgo en quienes estén mejor preparados para gestionarlo.
Los gigantes farmacéuticos que colaboran con instituciones académicas y terceras empresas biotecnológicas para ser pioneros y probar nuevos medicamentos son un ejemplo clásico. Con los costes exorbitantes y los prolongados plazos asociados a la aprobación de fármacos -por no mencionar la incertidumbre del éxito-, no es de extrañar que estas asociaciones sean ahora la norma. Incluso el titán de la industria, Pfizer, obtiene el 77% de sus productos externamente.
Reconocer nuestras limitaciones requiere humildad. Aventurarse en lo desconocido exige valor, sobre todo cuando el éxito no está garantizado. Sin embargo, el futuro, por su propia naturaleza, sigue siendo un misterio. Pretender lo contrario es cada vez más insostenible. Así que, ¿por qué no adoptar ahora el enfoque imperfeccionista? Puede que te evite futuros dolores de cabeza.
Conclusiones
Navegar por el volátil panorama actual requiere algo más que adaptabilidad. En medio del tumulto, destaca una verdad: la resolución innovadora de problemas es la habilidad por excelencia para prosperar en esta era dinámica.
Los estrategas que defienden la imperfección empiezan con una pregunta sencilla: ¿Por qué? Luego adoptan diversas perspectivas, a menudo mirando más allá de su entorno inmediato. Buscan activamente nuevas perspectivas, experimentando y aprovechando la inteligencia colectiva. Este proceso iterativo culmina en una estrategia pragmática, basada tanto en los éxitos como en los fracasos. Por el camino, dominan el arte de la persuasión, pintando vívidas imágenes del viaje que tienen por delante.
Cultivando los seis pilares estratégicos -la curiosidad, un punto de vista polifacético, un espíritu de experimentación, el aprovechamiento de la sabiduría colectiva, la narración magistral y la aceptación de la imperfección- tú también puedes situarte en la vanguardia, al igual que las entidades y personas pioneras que se mantienen constantemente a la cabeza del juego.